domingo, 28 de enero de 2018

El amor. Ay! El amor!

Vamos a inaugurar este curso en la biblioteca dedicándole este mes al AMOR... Haremos dos actividades:

1. Podcast de poemas de amor. Escoged uno de entre todos los que pondremos en esta entrada, las horas de grabación serán lunes y martes de 13:35 a 14:00 en el aula de convivencia (el aula pequeñita que está al lado de plástica). Podéis traer vosotros el poema si lo preferís. Los alumnos de 4º editarán el audio, le pondrán música de fondo, harán una pequeña presentación y, si así lo queréis, podéis dedicar el poema a alguien. Los colgaremos en la radio del periódico y también los escucharemos en los recreos de la semana del 14 de febrero.


2. Cartas de amor. Vamos a escribir una carta de amor, puede no estar dirigida a nadie concreto, o sí, podemos firmarla con nuestro nombre o puede ser anónima. puede decir verdades o puede ser totalmente fantástica. Sólo tiene que cumplir dos condiciones:

  • Formato de carta. Mirad este ejemplo. 

Encabezamiento, despedida, escrita a mano cuidando la ortografía y caligrafía, una carta bonita, puedes añadirle dibujos, etc.
  • Una cara de un folio como longitud. 
Échala al buzón que pondremos en el pasillo. El 14 de febrero realizaremos un mural donde las expondremos todas. Se podrá votar a la mejor carta, el ganador o ganadora recibirá un romántico obsequio.

Radio enamorada

martes, 23 de enero de 2018

Otra historia de amor

Y esto también es una historia de amor, o varias. Y otra forma de leer, twitter.
tenéis que pinchar en el tweet y leer el hilo entero para conocer la historia.

domingo, 21 de enero de 2018

A vueltas con el amor

Identificamos el amor con un sentimiento positivo, y realmente así es. No obstante hay una idea de amor, un amor muy "romántico" en la que pareciera que el verdadero amor es mucho sufrimiento... Una periodista, Rosa Montero, escribía un artículo muy interesante al respecto, aquí os lo dejo para que reflexionéis, se titula:

No eres un ángel, eres un imbécil


Entre el torrente televisivo de anuncios de perfumes de las pasadas Navidades sobresalía uno especialmente mostrenco. Voy a resumir la historia, aunque no diré la marca porque no quiero hacerles propaganda. Chico guapo le dice a chica bella: “Un día me amarás y otro me odiarás. Nunca sabrás dónde estoy ni dónde vivo. No soy un ángel. Ahora ya lo sabes”, ante lo cual la bella se derrite de pasión y le morrea ávidamente. O sea, otro cansino guiño al supuesto atractivo de los chicos malotes, otra frívola y petarda exaltación de los hombres dañinos tipo sombras de Grey. El mensaje es: ¿Te hace sufrir? Guau, qué tipazo tan interesante, eso sí que es pasión, intensidad y amor de película.

Según las encuestas, uno/una de cada tres jóvenes españoles entre 15 y 29 años consideran normal o inevitable controlar a su pareja

Resulta todo tan obvio y tan tramposo que hasta puede parecer inofensivo. Pero lo malo es que llueve sobre mojado: según las encuestas, uno/una de cada tres jóvenes españoles entre 15 y 29 años consideran normal o inevitable controlar a su pareja; y un 27,4% del mismo abanico de edad piensan que la violencia de género es normal dentro de una relación sentimental. Ahora añade a estas cifras aterradoras el machacón mensaje publicitario, el modelo aspiracional de esos dos jóvenes tan guapos, la guinda del coche descapotable y esa normalización e incluso mitificación del amante que no es un ángel (y que por consiguiente es un demonio). Si tenemos en cuenta que en 2017 han muerto 55 mujeres en España víctimas de la violencia de género, además de ocho niños que también han sido asesinados por los maltratadores de sus madres, ese casposo anuncio tiene muy poca gracia.

La idea de que el amor peligroso, el amor dañino, es mucho más intenso, más puro y fascinante es una vieja creencia que ha causado infinitos sufrimientos. “Todo hombre mata lo que ama”, decía Oscar Wilde, que vivió una relación tóxica con Alfred Douglas. También los hombres caen en estos pozos, desde luego, aunque la tradición machista ha hecho que las mujeres ganemos en este triste terreno por goleada. Yo diría que por cada 10 mujeres puede que haya un hombre. O eso cabría deducir, por ejemplo, de las cifras de la violencia doméstica. De media, al año mueren en España unos seis o siete varones a manos de mujeres (sí, también hay hembras criminales, como parece ser el caso de la joven argentina), toda una tragedia, desde luego, pero numéricamente muy inferior a las 55 asesinadas en 2017. Aprovecho la ocasión para salir al paso de los recurrentes bulos de Internet; todos los años se vocifera en las redes que ha habido una treintena de hombres que han perdido la vida por la violencia doméstica y que de ellos no se habla. Pues bien, resulta que en esos datos incluyen a las víctimas asesinadas por parejas que son también varones; más las de los crímenes familiares, padres que matan a sus hijos y viceversa; por último, también contabilizan a los criminales de género que, tras liquidar a la pareja, se suicidan, y a los nuevos compañeros de las mujeres que también son asesinados por el maltratador. Repito: a manos de mujeres son unos seis o siete. En cualquier caso, demasiados. Ni uno más, ni una más.

Pero para conseguir eso, para erradicar la violencia en la convivencia, hay que desmitificar el perverso romanticismo del sufrimiento. Los celos, sean de él o de ella, no son un signo de amor, sino de enfermedad. Llorar por una relación sentimental no es una medida de su intensidad, sino de que algo va muy mal. Y sobre todo nosotras, las mujeres, a quienes el machismo nos ha convertido en víctimas principales de esta engañifa, tengamos claro que los chicos malos son simplemente eso, egoístas, sexistas, groseros, insufribles, quizá incluso peligrosos psicópatas. Y que no les vamos a cambiar, aunque nos creamos sus redentoras. El sapo seguirá siendo toda la vida un sapo por más que lo beses. Yo también tuve a los 24 años un novio que me dijo: “Me dejarás, como todas. No serás capaz de soportarme”. Y yo, necia como tantas, pensé que lo salvaría de sí mismo. Al año comprendí que él tenía toda la razón y le dejé, tras haber aprendido para siempre que si un chico viene y te dice: “No soy un ángel”, hay que contestar: “Desde luego que no: eres un imbécil”, y seguir con tu vida sin él tan ricamente. 

domingo, 14 de enero de 2018

Algunos poemas de amor de todos los tiempos

Aquí tenéis algunos, no dudéis en añadir en "comentarios" todos los que queráis

Ir y quedarse. 
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
 Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
                                                  Quevedo

Es hielo abrasador
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
                                                  Quevedo

Propios y extraños

Lo dice todo el mundo: ya no soy el que era.
Me llamo como el otro, uso su ropa, vivo en su casa y firmo lo que escribe;
pero el resto es distinto,
tiene razón la gente.

El hombre que creía
que nadie más que el miedo consigue que las cosas
parezcan lo que son;
el hombre al que admiraban igual que a los delfines
que escoltan a los bancos sin saber dónde van;

el que calmó su sed
como quien bebe agua de un vaso donde hubo
unas rosas cortadas;
o el que aún no sabía
que resulta imposible ser uno mismo a solas;
ése, ya no soy yo.

El hombre en cuya mano estaba escrito:
- No hay vida más vacía que una tumba sin flores.

El que no sospechaba
que ser independiente
es poder elegir
a quien necesitar.

El hombre con dos caras que jamás era él mismo.
El hombre que quería estar solo y no pudo
porque ya no quedaba sitio en la soledad.

El hombre que pasaba de largo por los otros.
El hombre que no supo
que el silencio no estaba nada más que en su oído.
El que ya no creía.
El que no te esperaba...

Pregúntale a cualquiera. Lo dice todo el mundo:
- Ya no eres ni la sombra del que fuiste,
desde que esa mujer está a tu lado.

                                                   Benjamín Prado

Cuando te nombran





Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura sería deshacer las murallas con tu nombre,
iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
– siempre dice lo mismo- dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.
Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
– los jueces y los santos no van a entender nada-
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.
                                                                  Gloria Fuertes

Mientras tú existas

Mientras tú existas, 
mientras mi mirada 
te busque más allá de las colinas, 
mientras nada 
me llene el corazón, 
si no es tu imagen, y haya 
una remota posibilidad de que estés viva 
en algún sitio, iluminada 
por una luz cualquiera... 
Mientras 
yo presienta que eres y te llamas 
así, con ese nombre tuyo 
tan pequeño, 
seguiré como ahora, amada 
mía, 
transido de distancia, 
bajo este amor que crece y no se muere, 
bajo este amor que sigue y nunca acaba.

                                                                Ángel González

Hagamos un trato

Compañera 
usted sabe 
puede contar 
conmigo 
no hasta dos 
o hasta diez 
sino contar 
conmigo 

si alguna vez 
advierte 
que la miro a los ojos 
y una veta de amor 
reconoce en los míos 
no alerte sus fusiles 
ni piense qué delirio 
a pesar de la veta 
o tal vez porque existe 
usted puede contar 
conmigo 

si otras veces 
me encuentra 
huraño sin motivo 
no piense qué flojera 
igual puede contar 
conmigo 

pero hagamos un trato 
yo quisiera contar 
con usted 

es tan lindo 
saber que usted existe 
uno se siente vivo 
y cuando digo esto 
quiero decir contar 
aunque sea hasta dos 
aunque sea hasta cinco 
no ya para que acuda 
presurosa en mi auxilio 
sino para saber 
a ciencia cierta 
que usted sabe que puede 
contar conmigo.
                                         M. Benedetti
Poema de Amor

Incluyo el enlace a un vídeo de una versión de los sesenta: https://www.youtube.com/watch?v=iacxRKcn0yg



El sol nos olvidó ayer sobre la arena,
nos envolvió el rumor suave del mar,
tu cuerpo me dio calor,
tenía frío,
y allí, en la arena,
entre los dos nació este poema,
este pobre poema de amor
para ti.
Mi fruto, mi flor,
mi historia de amor,
mis caricias.
Mi humilde candil,
mi lluvia de abril,
mi avaricia.
Mi trozo de pan,
mi viejo refrán,
mi poeta.
La fe que perdí,
mi camino
y mi carreta.
Mi dulce placer,
mi sueño de ayer,
mi equipaje.
Mi tibio rincón,
mi mejor canción,
mi paisaje.
Mi manantial,
mi cañaveral,
mi riqueza.
Mi leña, mi hogar,
mi techo, mi lar,
mi nobleza.
Mi fuente, mi sed,
mi barco, mi red
y la arena.
Donde te sentí
donde te escribí
mi poema.
Palabras de amor
Este vídeo canta Serrat con Pablo Alborán en catalán: https://www.youtube.com/watch?v=7wiRMIxA21I
o este otro, que incluye además un tema de Pablo Alborán:

(Versión bilíngüe)

Ella me quiso tanto...
yo aún sigo enamorado.
Juntos atravesamos
nostalgias del pasado.

Ella, cómo os diría...
era mi luz y mi razón,
cuando en la lumbre ardían
sólo palabras de amor...

Palabras de amor sencillas y tiernas.
que echamos al vuelo por primera vez,
apenas tuvimos tiempo de aprenderlas
recién despertábamos de la niñez.

Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba aquel trasnochado galán
de historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más.

Ella qui sap on és,
ella qui sap on para.
La vaig perdre i mai més
he tornat a trobar-la.

Però sovint en fer-se fosc,
de lluny m'arriba una cançó.
Velles notes, vells acords,
velles paraules d'amor...

Paraules d'amor senzilles i tendres.
No en sabíem més, teníem quinze anys.
No havíem tingut massa temps per aprende'n,
tot just despertàvem del son dels infants.

En teníem prou amb tres frases fetes
que havíem après d'antics comediants.
D'histories d'amor, somnis de poetes,
no en sabíem més, teníem quinze anys...

(Versión castellana)

Él me quiso tanto...
Yo aún sigo enamorada.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.

Él, cómo os diría...
era toda mi ocupación,
cuando en la lumbre ardían
sólo palabras de amor...

Palabras de amor sencillas y tiernas
que echamos al vuelo por primera vez,
apenas tuvimos tiempo de aprenderlas,
recién despertábamos de la niñez.

Nos bastaban esas tres frases hechas
que entonaba un trasnochado galán,
de historias de amor, sueños de poetas,
a los quince años no se saben más...


Ella, dónde andará,
tal vez aún me recuerda.
Un día se marchó
y jamás volví a verla.

Pero, cuando oscurece,
lejos, se escucha una canción,
vieja música que acuna,
viejas palabras de amor…

HERIDO DE AMOR
Federico García Lorca.

Amor, amor, que está herido,
herido,
de amor huido.
Herido,
muerto de amor.
Decid a todos que ha sido
el ruiseñor.
Herido,
muerto de amor.

Bisturí de cuatro filos,
garganta rota,
y olvido.
Cógeme la mano, amor,
que vengo muy malherido,
herido,
de amor huido.
Herido,

muerto de amor